09 enero, 2008

"VIDA Y DESTINO", de Vasili Grossman


Me resulta complicado hablaros sobre este libro. No es un libro más. Es un libro especial. Voy a tratar de explicaros el porqué.
Hay libros que entretienen, divierten, intrigan, maravillan por su audacia en el uso del lenguaje o las estructuras narrativas, emocionan, aburren, asustan...
Hay una clase de libros que cambian, si no la vida, sí la forma de verla. Vida y destino es uno de estos libros.
¿Cual es el cometido de una novela? Los expertos, los críticos, los escribidores profesionales, todos ellos tiemblan ante una verdad que los deja a ellos -y a sus teorías post-post-post-postmodernistas- en evidencia. Esa verdad es que las novelas sirven para vivir las vidas que no tenemos, las vidas de los otros, romper el aislamiento y sentir como los otros, e incluso llegar a ser los otros.
La Historia sirve para guardar la memoria de algunos hechos. La Novela sirve para guardar la memoria de algunos individuos.
Vasili Grossman, escritor y periodista ruso, cubrió la batalla de Stalingrado, y fue el primero en dar noticias al mundo de los campos de exterminio nazis. Tras la guerra se enfrasca en la escritura de esta novela durante diez años. Pero su publicación será prohibida por el "aperturista" régimen de N. Jrushov, y con ella su carrera literaria.
Vasili muere en 1964 pensando que su novela, unas mil páginas producto de su experiencia vital, de su alma, y de un esfuerzo de diez años, nunca será leida por nadie.
Grossman retrata la sociedad soviética en el marco de la guerra. Pone en evidencia el desmoronamiento moral, ideológico y material que supone el Stalinismo.
Frente a esto nos regala la convicción de la fortaleza del alma humana ante el terror.
La peripecia de este libro es rocambolesca. En los años ochenta el manuscrito es microfilmado en secreto por algún funcionario soviético en los archivos de la KGB, y finalmente publicado en Occidente. Todo un milagro.
Vida y destino conmueve, inquieta, emociona. En el marco de la batalla de Stalingrado, los retazos de vida, de las vidas de las gentes se suceden. Son esas personas que luchan por no morir víctima del totalitarismo stalinista, de los campos de extreminio nazis, de la muerte en vida a la que son condenados, afirmando la libertad, y para que el ser humano no pierda la capacidad de sentir y amar.
¿Qué más os puedo decir de este libro? ¡Claro! Que lo leais. Pero antes de terminar me remito a un pasaje de la novela en la que el viejo menchevique Chernetsov, internado en un campo de concentración nazi, recuerda el día que partió de Rusia para exiliarse a París, en los primeros años de la revolución. Recuerda el abrazo a su amada amiga, la despedida en una fría estación de tren. Y recuerda un poema del poeta Jodásevich, que emprendió el mismo camino que él hacia el exilio
Va un peregrino, apoyado en un báculo:
quién sabe por qué me acuerdo de ti.
Va una carroza con las ruedas rojas:
quién sabe por qué me acuerdo de ti.
Se enciende una luz en el pasillo de noche:
quién sabe por qué me acuerdo de ti.
Siempre, en todas partes, por tierra y por mar,
o incluso en el cielo, me acordaré de ti...

1 comentario:

Wilwarin dijo...

"Esa verdad es que las novelas sirven para vivir las vidas que no tenemos, las vidas de los otros, romper el aislamiento y sentir como los otros, e incluso llegar a ser los otros."

Me gusta ésta visión de las novelas que yo amplío a la Literatura. Generalmente lo que leo en algún momento me habla de mí, de los otros, del mundo, de la vida y me ayuda a pensar o comprender... por eso es tan importante difundir la lectura.
Gracias por recomendarme el libro y precioso el poema, lo añado a mi poemario.