Hoy hace un año que Miguel Grima, alcalde de Fago, fue asesinado.
En los días siguientes se montó un show mediático con lo ocurrido. Un carrusel de medios llegaron en tropel a Fago para hacer conexiones en directo.
Lo ocurrido en los días posteriores es muy difícil de explicar. Me quedo con lo que hizo un grupo de vecinos de la comarca que, ante tal brutalidad, reaccionó para afirmar una dignidad, una decencia, un poderse mirar al espejo. Un estar juntos en la desgracia, un no arredrarse ante la violencia asesina. Uno de esos vecinos es mi mejor amigo. Recuerdo que aquella reacción espontánea, salida directamente del corazón, sirvió para que las buenas personas se sintieran más arropadas ante el miedo.
Desde aquí quiero expresar mi solidaridad y afecto hacia los que le querían, y hacia la buena gente de Fago, Ansó, Hecho, y todos los pueblos de la zona. Un abrazo.
2 comentarios:
A mí lo que más grave me pareció fueron los que justificaban su asesinato... me parece de una indecencia increíble.
Así como la poca rigurosidad de la prensa que tan apenas sacaron a la gente del pueblo, pero claro es más fácil hacer oídos a los que proporcionan morbo que a los que de forma callada y sentida se ocupan de lo importante, que era apoyar a la familia y buscar justicia.
Guardo muy buenos recuerdos de la zona, siempre que he ido me han tratado con cariño aun siendo una simple visitante.
Es una pena que pasen este tipo de cosas y que se justifiquen, era un ser humano con derechos como los demás, una persona es más que las ideas políticas o las diferencias que pueda haber
La prensa y los políticos son unos buitres carroñeros, les importa poco la verdad
Y termino diciendo ole los cojones de tu amigo y de los vecinos.
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