13 abril, 2008

El Gran Scandalo de Gran Scala (III).


Las revelaciones en torno a cómo se ha estado fraguando la alianza entre ILD (pool inversor promotor de Gran Scala) y el Gobierno de Aragón sigue acaparando la atención de "El Periódico de Aragón". La cuestión es grave porque este megaproyecto ha sido vendido desde la DGA (Diputación Ganeral de Aragón) como el futuro postexpo que iba a asegurar el crecimiento y la prosperidad de nuestra tierra. Nada más lejos de la realidad. Aunque se realice tal y como nos dicen desde DGA, Gran Scala es un proyecto que nos hunde en un lodazal ético. No soy un moralista. Hablo de la ruptura de los valores sociales de comunidad, de esfuerzo, de trabajo, de laboriosidad, frente a los del enriquecimiento rápido, el pelotazo y la afasia ética de la sociedad. Hablo de elegir lo que queremos ser los aragoneses. No de lo que se nos pretende imponer que seamos. Hablo de pensamiento y reflexión entre todos. Que ninguna institución nos diga cómo debemos vivir, cómo debemos ser. Y menos una banda de piratas camuflados tras unas siglas anónimas y disfrazados con traje de ejecutivo. Por eso hay que tomar partido contra una iniciativa perversa, aunque nos sea vendida como el maná caído del cielo. No seamos ingénuos. Solo nos engañarán si se lo permitimos. Leo hoy en "El Periódico de Aragón":



El largo y tortuoso camino de un proyecto que Biel hizo suyo.
Aliaga ofreció a ILD por escrito un apoyo total por parte del Gobierno de Aragón.
Antes de presentar en público Gran Scala ya prometió por escrito la colaboración de la DGA.Al consejero le convencieron los cerebros de ILD tras una serie de reuniones en lujosos entornos.



13/04/2008 JOSÉ LUIS TRASOBARES


Venderle al Gobierno de Aragón el proyecto Gran Scala les llevó a los promotores casi un año. Sucesivas reuniones semisecretas fueron jalonando un proceso en el que el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Arturo Aliaga y el director general de dicho departamento, Juan Carlos Trillo, creyeron que estaban pescando inversores, cuando eran éstos quienes les pescaban a ellos.
Debió ser divertido: viajes aéreos en primera clase o en jets privados, limusinas, suites en algunos de los más lujosos hoteles del mundo, obsequios finos, comidas en restaurantes exclusivos e incluso una discreta y honorable noche de fiesta en el Lido de París. De esta forma, a primeros de noviembre del año pasado, antes de hacer pública información alguna sobre el tema, Aliaga ya se dirigía a los directores de International Leisure Development (ILD) con una carta en la que les expresaba su apoyo total y el de la DGA, y les prometía infraestructuras, suministros, legislación a la medida e incluso suelos.

BIEL SE ENTERA.


La primera vez que José Ángel Biel, vicepresidente del Ejecutivo autónomo y jefe máximo del PAR, oyó hablar en detalle de la neociudad del ocio fue en el restaurante Edelweiss de Madrid. Aquella mañana se había presentado en el Congreso de los Diputados la reforma del Estatuto de Aragón. En medio de la euforia del día, a Biel la idea de lo que luego se denominaría Gran Scala le encantó. Tanto que poco a poco la hizo suya, birlándosela literalmente a su compañero de partido el senador José María Mur, quien había sido hasta entonces el contacto político fundamental. Mur ha acabado distanciándose ostensiblemente del proyecto.
Biel recibió esas primeras explicaciones de boca de Fernando Muniesa, quien asegura ser el verdadero inventor de Gran Escala. Muniesa es otro personaje fuera de lo común. Ocupó puestos de alta responsabilidad en el Ministerio del Interior durante la época de UCD. Desde entonces mantiene unos vínculos muy especiales con los servicios secretos y la industria bélica española. Ejerce como asesor, intermediario e incluso partícipe de los más variados y complejos negocios. Y es un viejo amigo de Mur.
Muniesa y un socio suyo llamado Josep Espadalé conocían previamente a Christian Colus y a través de él a Paul Stephan Allegrini (los cerebros del frustrado casino virtual Goldenpot). Colus acababa de convertirse en director comercial para Francia y España de la multinacional australiana del juego Aristocrat. Al grupo se unieron pronto dos profesionales del sector de las tragaperras, Josep Carreras y Jaume Riera. Buscaban nuevas oportunidades. Muniesa se sacó de la manga un gran complejo de ocio y diversión. A finales del 2006, el asunto estaba en marcha. José María Mur fue informado. Él sugirió hablar con Arturo Aliaga. Aristocrat estaba en la pomada e invitó a Aliaga, Mur, Espadalé y el propio Muniesa a la Feria del ICE Show en Londres (23 y 24 de enero). Así empezó a girar el carrusel. La comida en el Edelweiss oficializó plenamente el tinglado.
Los promotores de Gran Scala fueron invitados a visitar Aragón. Lo encontraron muy adecuado. Lo cierto es que ni entonces ni nunca habían dispuesto de otra opción. Tras las elecciones municipales y autonómicas, a la vuelta del verano del 2007, llegó la fase final. ILD había sido constituida en julio. Poco antes, sus cerebros habían convocado a Mur, Aliaga y Trillo en París.

INVERSIÓN PROVECHOSA.


Si ILD ha invertido algún dinero en esta jugada, lo ha hecho precisamente en la fase de precalentamiento. Había que deslumbrar a los clientes. En la capital francesa rizaron el rizo: estancia en el muy restringido, discreto y lujosísimo hotel Saint James, donde les esperaba el polémico hombre de negocios André Guelfi. Almuerzo en el restaurante Guy Savoy con vinos y champagne de lo mejor, regalo a cada visitante de una exquisita cartera de piel de cocodrilo. Por la noche, los fascinados representantes del Gobierno aragonés asistieron al espectáculo del Lido en primera fila. Y el champagne siguió corriendo.
Durante el mismo verano el proyecto fue presentado formalmente al presidente Iglesias. Pero en el seno del grupo promotor surgieron las primeras grietas. Muniesa y sus socios (que iban a ser la parte española de ILD pero quedaron fuera) fueron desplazados por Allegrini y Colus secundados por Riera y Carreras.
En noviembre todo estaba listo. Aliaga escribió a los directores de ILD una carta firmada de su puño y letra (ver reproducción en esta misma página) en la que les brindaba un apoyo absoluto. La opinión pública aún no sabía nada de nada. Pero el pacto ya era un hecho.
La misiva del consejero muestra una entrega total de éste a los jefes de ILD. El entusiasmo se acrecentó durante el viaje a Estados Unidos (Miami y Las Vegas). Nuevos entornos lujosos y, finalmente, la noticia salta a través de Reuters. En Aragón sólo Heraldo había sido advertido por Biel, quién se aseguró la colaboración del diario decano.
La presentación pública celebrada el 12 de diciembre en el Salón de la Corona corroboró el alejamiento de Mur y de Muniesa. Allegrini y Colus se entendieron directamente con Biel y Aliaga. ILD había puesto en marcha el carrusel.






ANDRÉ GUELFI.
La huella del comisionista.
El famoso y controvertido "lobista" internacional recibió en el hotel Saint James de París a una delegación aragonesa integrada por Aliaga, Trillo y el senador Mur.


13/04/2008 J. L. T.

André Guelfi recibió en audiencia a la delegación aragonesa que había acudido a París para hablar con los promotores de Gran Scala. En un salón reservado del exclusivo hotel Saint James, el rey de las comisiones y el tráfico de influencias lucía su porte de anciano en buena forma: tez bronceada, ropas de elegantísimo sport... y, flanqueándole, dos hermosas y jóvenes señoras que casi nadie de los presentes tomó por enfermeras.
En realidad, Aliaga, Trillo y el senador Mur, junto con otros españoles que participaban en el supuesto proyecto para construir una megaciudad del ocio, debían alojarse en otro hotelazo parisino, el Raphaël, pero luego Paul Stephan Allegrini les indicó que irían al Saint James, un palacete en las afueras de la capital en el que sólo se alojan personajes muy, muy selectos. "Allí está Guelfi", les dijo.
Allegrini venera a André Guelfi, también conocido en todo el Mediterráneo como Dedé La Sardine por sus negocios pesqueros. Llama papá al veterano lobista y a veces presume de haber sido su compañero y piloto del jet privado que para Guelfi es el símbolo de su rango y de su poder.
André Guelfi asegura en las entrevistas que él se ha arruinado dos veces. "Pero siempre conservé el avión privado. Los bancos no te dan ni un franco si has quebrado. Pero si te ven bajar de tu propio jet creen que todavía tienes dinero... y te dan crédito".
Dedé La Sardine ha hecho del tráfico de influencias un arte. Piloto de carreras en su juventud, despegó de la nada para convertirse en un hombre riquísimo que se codeaba con jefes de estado, con primeros ministros, con personajes como Samaranch (del que fue amigo y, dicen, socio), con agentes secretos... Se hizo con el holding Le Coq Sportif, auspició grandes negocios inmobiliarios en París o Moscú, intermedió para vender aviones rusos de carga, pasajeros... o combate, compró y vendió compañías petrolíferas. Hasta que se vio pillado en el proceso por corrupción abierto contra la cúpula de ELF Aquitania. Por primera vez pisó la cárcel y fue condenado por un baile de comisiones millonarias (en millones de dólares) en la construcción de una refinería en Uzbekistán. Es muy curioso que esta trayectoria coincida detalle por detalle con la información sobre su propio know how enviada al Gobierno de Aragón por la muy opaca sociedad chipriota Darlen Ltd. Sólo cabe deducir que Guelfi está detrás.
El viejo corsario considera su actividad como una profesión más. No se avergüenza de dar y recibir maletines, y presume de sus logros. Por ejemplo, la venta a la francesa ELF de las instalaciones petroleras (refinerías, gasolineras, etcétera) de la Alemania del Este. La reunificación acababa de producirse y el canciller Khol quería dinamizar la economía de la zona ex-comunista. Guelfi pilotó la operación y manejó las comisiones de tal forma que una parte fueron a las arcas de la CDU (partido democratacristiano alemán) provocando un monumental escándalo. Lo más genial es que cuando ELF se hizo cargo de su recién adquirida sucursal germana comprobó que las instalaciones de ésta eran deplorables. Hubo que gastar miles de millones de francos para modernizarlas.
La audiencia con André Guelfi ha sido explicada a posterior por Allegrini como un favor que le hizo a Mur porque éste, sabedor de las influencias de Dedé La Sardine, quería que echase una mano a la candidatura olímpica de Jaca. Pero en el Saint James no se habló gran cosa de los Pirineos. Además Guelfi tal vez podría hacer algo por la candidatura en cuestión... pero cobrando, claro.

Por eso, todos a la mani del día 26 en Zaragoza.

STOP GRAN SCALA

Por un futuro digno y buscado entre todos para Aragón.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo peor de todo es la esperanza que habían creado estos ilusionistas (lease estafadores) en gente joven de los monegros que que no llegaba a ver muchos peligros que se venían advirtiendo. Y como siempre en Aragón, los responsables políticos principales saldrán de rositas.

Jaime Aguirán dijo...

Cierto Carlos, pero al menos nos queda el consuelo de que esta engañifa se va a volatilizar. Con las cosas que se están descubriendo es imposible su realización. Creo que es necesario que todas las personas comprometidas con cusas justas intentemos hacer que los que nos rodean se impliquen, que entiendan que luchar es una manera de vivir mejor. Porque de eso se trata. Muchas gracias por pasarte por mi blog. Ahora voy a visitar tu página.