21 febrero, 2008

2666, de Roberto Bolaño.




Recupero un artículo que escribí para el periódico de Socialismo Libertario hace un año, por lo menos. Es un libro inagotable, al que volver para dejarse llenar y vaciar, para reflexionar y ser capaces de mirar al abismo sin que sintamos el miedo que nos haga cerrar los ojos. No cerreis los ojos, mirad y pensad qué somos. Pero aún más importante, pensad qué quereis ser.




"Las mejores lágrimas son las que nos hacen mejores y las que no se alejan demasiado de la risa. Con esta frase, de las muchas que escribió a lo largo de su vida, podemos imaginar a Roberto Bolaño. El escritor chileno, que murió en 2003, nos legó una impresionante obra póstuma titulada 2666. Inspirada en el genocidio de mujeres que asola a la región mejicana de Sonora, la obra constituía para Bolaño la "gran novela acerca del mal".
En un libro que aspira a ser total, Bolaño nos lleva a la frontera entre Méjico y EE.UU., a la Nueva York post 11S, a manicomios españoles donde poetas locos consumen sus días, o a la 2ª Guerra Mundial. Por sus páginas deambulan profesores universitarios, narcos, políticos y policías corruptos, un escritor en la URSS de los años treinta, oficiales rumanos en el frente ruso, pintores, periodistas deportivos, trotskistas octogenarios en la gran manzana y sobre todo mujeres a las que conocemos cuando ya han sido asesinadas, y otras muchas a las que jamás conoceremos, víctimas de un criminal silencio.
La novela tiene un centro oculto más allá del geográfico de Santa Teresa, trasunto de Ciudad Juárez. Quizá sea “el mal”, aquello que creemos fuera de nosotros porque nos tranquiliza pensar que no forma parte de nuestra naturaleza. Bolaño sitúa nuestro infierno terrenal en Santa Teresa, en la que lo viejo y lo nuevo no se escinden, creando una realidad caótica y temible. Un lugar donde a nadie le gustaría vivir, pero al que terminan llegando multitud de mujeres en busca de trabajo, como si de un agujero negro que todo lo atrae y lo absorbe se tratara. 2666 es una galería sobre la naturaleza humana, aparentemente caótica, a través de multitud de historias que pueden ocupar cinco páginas y después no vuelven a aparecer, o sí. Pero se quedan en tu mente, y a veces sueñas que esas breves historias son inmensas novelas que a ti te hubiera gustado escribir. Su lectura es una mirada al abismo".

Página Oficial de Roberto Bolaño:


1 comentario:

Wilwarin dijo...

Buen artículo. Me ha gustado la frase: "Las mejores lágrimas son las que nos hacen mejores y las que no se alejan demasiado de la risa" será que como soy una llorica me viene al pelo ;P
Además que llorar no solo calma el espíritu sino que te deja los ojos limpios limpios pa ver las cosas más claramente.