22 febrero, 2008

La memoria.



Estos últimos días estamos asistiendo al proceso de independencia de Kósovo respecto a Serbia. Otra vez los Balcanes, la ex-Yugoslavia. Los años noventa estuvieron marcados para una generación por la guerra en esta zona de Europa. La caida del muro de Berlín había llevado a alguna mente preclara a declarar el fin de la Historia. Pero no fue así. Los noventa nos revelaron que lo que había ocurrido era que la Historia volvía a abrirse, y además de forma dramática. La primera Guerra del Golfo, Yugoslavia y Ruanda. Esas fueron los desastres humanos que más nos llegaron, pero también empezó el infierno de Chechenia, y el horror del Congo. El denominador común fue la imposición de la muerte desde el poder o desde aquellos que querían detentarlo, como ahora. Es el denominador común de todas las acciones de este sistema. El sufrimiento unifica a la humanidad, pero solo en parte. Porque lo que la restaña es la compasión, la ternura, el amor. El recuerdo duele, pero la esperanza da un sentido a todo lo vivido. Bueno sería escuchar alguna voz que vivió el fin de un mundo de la manera más atroz. Podríamos esuchar a Dzevad Karahasan que en su libro "Sarajevo. Diario de un éxodo" nos evoca el microcosmos de Sarajevo, un centro capaz de contener a todo el mundo en sí mismo, la "nueva Jerusalem", donde durante siglos convivieron en paz personas de distintas lenguas, creencias y culturas hasta que la guerra asoló la ciudad y la vida de sus habitantes.
Como despedida un video sobre Sarajevo, con la música de U2 y el gran Pavarotti.




U2 - Miss Sarajevo
Cargado por slzaza

MISS SARAJEVO

Hay un tiempo para mantener las distancias,
un tiempo para volver los ojos.
Hay un tiempo para mantener la cabeza gacha
para pasar bien el día.
Hay un tiempo para el maquillaje y el pintalabios
Un tiempo para cortarse el pelo.
Hay un tiempo para ir de compras al centro
para encontrar el vestido apropiado que llevar.
Ahí viene ella, las cabezas se giran.
Ahí viene ella, para recoger su corona.
Hay un tiempo para las portadas.
Un tiempo para besar y hablar.
Hay un tiempo para diferentes colores,
diferentes nombres que encuentras
difíciles de pronunciar.
Hay un tiempo para la primera comunión,
un tiempo para East 17.
Hay un tiempo para volverse a la Meca.
Hay un tiempo para ser una reina de la belleza.
Ahí viene ella, la belleza hace el ridículo.
Ahí viene ella, surreal con su corona.
[Pavarotti:]
Dices que el río
encuentra el camino hacia el mar.
Y como el río
tu vendrás a mí
mas allá de las fronteras
y las tierras sedientas.
Dices que como el río,
como el río,
el amor vendrá,
el amor.
Y ya no puedo rezar más.
Y ya no puedo esperar más el amor
Y ya no puedo esperar más al amor
[Bono:]
Hay un tiempo para atar cintas,
un tiempo para árboles de Navidad.
Hay un tiempo para poner la mesa.
Y la noche empieza a helarse.

1 comentario:

Wilwarin dijo...

Siempre asocié Kosovo a Jerusalem... al sin sentido del odio, las disputas étnicas y los intereses políticos encubiertos. Una lástima que no escuchen a las verdaderas voces de estos conflictos que son el pueblo, las gentes que a pesar de sus diferencias lo único que quisieran es vivir en paz.