01 agosto, 2008

Estoy nostálgico.

Ayer cumplí veintinueve añazos. Catorce años y medio en cada cacha. El año que viene cumpliré treinta. Madre mía. Y visito la página de Cadena Ser y veo un reportaje sobre Espinete y la actriz que guardaba su alma, Chelo Vivares. Un montón de recuerdos se han agolpado en mi maltrecha mente para hacerme caer en la más melancólica de las derivas. Aquí os dejo con el reportaje y con unos videos que he encontrado sobre el tema. Ay...


Qué fue de...


Espinete, el erizo rosa


Marcó la infancia de los jóvenes de los 80, después sería Curro en la Expo'92 y hoy en día está detrás de muchos personajes que todo el mundo conoce. ¿Quién es Espinete?


PABLO LEÓN / CADENASER.COM 31-07-2008


Chelo Vivares estaba aburrida de trabajar en Telefónica. Los datos y los números telefónicos le aburrieron. Cambió la máquina de escribir por los escenarios, su verdadera pasión. Entre 1983 se incorporó a Barrio Sésamo y durante cuatro años daría vida al erizo rosa. Después del programa infantil el teatro y el doblaje han ocupado su tiempo.




Como al personaje rosa que la llevó a la fama, a Chelo Vivares le gustaba bailar. Sus padres, actores los dos, le contagiaron el arte y desde muy joven comenzó a actuar en musicales y pequeñas obras de teatro.

Donde había una oportunidad de actuar allí estaba Chelo. Radio, doblajes y obras de teatro que compaginaba con su trabajo en la entonces estatal, Telefónica. Casualmente compartía despacho con Pedro Almodovar y como al afamado director acabo cambiando los teléfonos por los escenarios.

En 1983 consiguió un trabajo en uno de los mejores programas teatrales de Televisión Española Estudio 1. Mientras grababa en el plató vinieron a medirla y vieron que la esencia de Chelo Vivares encajaba con un nuevo y particular personaje.



La vida de color rosa

Barrio Sésamo había tenido una primera temporada en España en 1979 pero la Gallina Caponata no convencía a los jóvenes. Desde TVE pidieron a Kermit Love, el creador de las marionetas del programa original estadounidense, un muñeco que representara mejor la idiosincrasia española.
En esa época el programa infantil estaba dando la vuelta al mundo y Kermit Love estaba saturado de trabajo. Poco antes de la petición desde Madrid, Love había diseñado un muñeco para la versión israelí, que finalmente no se realizó. El puercoespín rosa que representaba la fauna del estado judío acabó transformándose en Espinete.

Desde sus comienzos Chelo Vivares se metió en el cuerpo del gran animal, medía 1,80 metros, y ocultó su cara y sus gestos en los del entrañable animal rosa que vivía en una caseta verde. En el barrio conoció a Julián el tendero, Ana la hippy, a los pequeños Ruth y Roberto y a su inseparable amigo Don Pimpón pero en el vecindario había un personaje especial en la vida de Chelo Vivares, Chema el panadero. Desde 1979 era su marido.




Mudanza en Barrio Sésamo

En 1987 TVE considera que la programación infantil necesita un repaso y rescinde el contrato con el erizo rosa y sus amigos. Pero el personaje de Charo superó a las pantallas y comenzó una gira nacional en la que interpretaba de nuevo al erizo.

Durante una actuación en El Escorial, los organizadores de la Expo 92 de Sevilla la ficharon para otro papel histórico, la mascota Curro.

A Chelo no le importaba que la reconocieran por la calle, siempre ha preferido la fama del trabajo bien hecho. Después de ser la mascota oficial del evento mundial se dedicó a aparecer como secundaria en importantes series españolas como Farmacia de Guardia o más recientemente, entre el año 2000 y el 2006, en El Comisario.

Pero el teatro y el doblaje han sido sus principales ocupaciones. Desde las sombras de los micrófonos ha dado voz a multitud de personajes, entre los más famosos Myrtle la llorona en las películas de Harry Potter; Amy en la serie Futurama varios personajes de Los Simpson e incluso a Chloe Sullivan, una de las protagonistas de Smallville.




El sueño de volver a Barrio Sésamo

La vida de Chelo ha estado marcada por la actuación, por el teatro, por Barrio Sésamo y por su compañero Juan Ramón Sánchez, o Chema. Ambos actores han estado juntos en lo profesional y lo personal hasta el pasado mes de abril cuando Chema no pudo superar un cáncer de pulmón.

Chelo Viveros le rindió un homenaje desde el escenario con la obra de teatro "Por los ojos de Raquel Meller". El 12 de abril ante el público y frente a los ojos de Juan, el hijo de ambos, despidió a su compañero y amigo desde la sala Tribueñe.

Espinete marcó una época en una televisión con sólo dos canales, en una España llena de ilusión, modernismo y ansias de libertad. Una etapa dorada de la que Chelo siempre será parte porque gracias a ella muchos jóvenes de hoy en día aún sueñan con vivir en su particular Barrio Sésamo.

2 comentarios:

nievitas dijo...

Que tiempos aquellos.
Yo también me pongo melancólica, eso si piensa en todo lo que se van a perder las generaciones de ahora.

Anónimo dijo...

ups...FELICIDADEEEEES!!!
Aver cuando te pagas unas cañassss :D