31 agosto, 2008
"Judíos errantes" de Joseph Roth.
26 agosto, 2008
Minifaldas y violencia sexual en México.
"Hace demasiado tiempo, mucho más que demasiado tiempo, que el argumento que justifica al agresor y culpabiliza a la víctima en los casos de agresiones sexuales y violaciones está instalado en la mente retrógrada de muchas personas, la inmensa mayoría de las veces, hombres. Jueces, sacerdotes, rectos padres de familia, policías, funcionarios públicos o incluso dirigentes políticos. El último caso, público, notorio, y vergonzoso, acaba de vivirse en México".
"La Iglesia Católica mexicana, por pluma de su aplicado servidor, el sacerdote Sergio G. Román, ha recomendado a las mujeres que no lleven minifaldas para evitar ser asaltadas sexualmente. “Cuando exhibimos nuestro cuerpo sin recato, sin pudor, lo prostituimos porque provocamos en los demás sentimientos hacia nosotros a los que no tienen derecho” escribe el padre Román en una publicación digital dirigida a preparar a los católicos para el VI Encuentro Mundial de la Familia que se celebrará en México D.F. el próximo año".
25 agosto, 2008
El snobismo cultural, versión "refinada" de la mediocridad intelectual. A vueltas con "Vida y destino".
"Vida y destino" está siendo un fenómeno de ventas en España, como lo ha sido hace unos meses -desconozco si en la misma medida o no- "Suite francesa", de Irene Nemirovsky. Criticar un libro por la sencilla razón de ser un gran éxito de ventas es tan sencillo como decir que un libro apenas vendido es una obra maestra. Es una manera de opinar sin conocer. "Vida y destino" no es un libro que se lee y se olvida. Es una novela que puede hacer que alguien se una a la tribu de los devoradores de novelas. Dan Brown y compañía, no. "Vida y destino" es gran literatura, pero yo no la compararía con la literatura rusa del XIX. Es una novela del siglo XX, por temática y estructura. Si no se hubieran vendido tantos tantos ejemplares, seguiría siendo gran literatura e imprescindible. De eso no se trata. Si ha sido recomendado por tantas personas que la han leído es porque llega muy adentro, y por ello tenemos la necesidad de compartirlo con los demás. Recomendar leer "Vida y destino" es lógico. Lo ilógico es cogerle manía a un libro porque un montón de gente lo está leyendo, lo que retrata al snobismo cultural como una ridícula inquina elitista. Eso es lo que pasa con el snobismo, que se retrata como lo que es; una pose vacía de contenido.
Por ello os invito a leer esta novela. Podéis empezar pinchando aquí.
22 agosto, 2008
Mamá Lucy, un ejemplo a seguir.
MAMA LUCY MADRE ÁFRICA
Kibera es un suburbio de Nairobi. Escenario en enero de sangrientos enfrentamientos, sería un lugar aún peor sin esta mujer bajita y enérgica. Su vida es ayudar a los niños.
En Kibera quemaron y saquearon cientos de hogares; ardieron docenas en las proximidades de la casa de Mama Lucy, que se libró, igual que se libró el refugio a la vuelta de la esquina -el "centro de rescate", lo llama ella- que dirige. Mama Lucy (todo el mundo la llama así, pero su verdadero nombre es Lucy Kayiwa) es ugandesa, y eso le da cierta neutralidad suiza en medio del caos general. Mama Lucy ha vivido 40 de sus 64 años en Kibera, lo cual significa que pudo escapar de las brutalidades aún peores cometidas en su país natal por el arquetipo del tirano africano, Idi Amín. En su vida personal ha sufrido penalidades y tristezas que habrían derrotado a cualquier mujer occidental, pero eso, en África, es el pan de cada día para millones de personas. En 1982, su marido, a quien adoraba, se fue para crear una nueva familia en Zimbabue y la abandonó en Kibera, famoso por ser el mayor barrio de chabolas de todo el continente, con cuatro niños entre 4 y 11 años. Vivían en dos habitaciones: en una dormía ella con sus cuatro hijos; en la otra, hacían sus deberes los niños. En 1984 se unió a la familia una quinta criatura, una niña de tres años que una prima de Mama Lucy no podía criar porque era demasiado pobre.
Desde entonces no han parado de llegar niños. Ese mismo año decidió trabajar como voluntaria con la sociedad de San Vicente de Paúl, una organización católica que en Kibera se dedicaba a atender a los huérfanos. "Necesitaba algo que me ayudara a huir de la tristeza que sentía por la marcha de mi esposo", explica, como si no hubiera tenido suficiente con sus propios hijos. Después de haber sido maestra de preescolar en un colegio acomodado de Kenia durante 20 años, calcula que por sus manos han pasado unos 2.000 niños. Cuando se jubiló, hace cuatro años, puso en marcha el centro de rescate, que alberga a 15 niños, y ha fundado una guardería que atiende también a unos 70 niños pobres, lo cual, en Kibera, quiere decir muy pobres.
En una reunión de la sociedad San Vicente de Paúl de Kibera para recaudar fondos destinados a un nuevo centro de rescate, una de sus colegas, maravillada como todos los que la conocen por su generosidad, contó que un día le había preguntado: "¿Cuántas personas dejarías entrar en tu casa hasta negárselo a alguien?". Y Mama Lucy respondió: "Mientras pueda cerrar la puerta, todos los que quepan".
Conocí a Mama Lucy en el centro de rescate en el que vive Denver, el joven artista. Es Beverly Hills, comparado con las chabolas que constituyen la vivienda de la mayoría de la gente en Kibera. Construido con ladrillo y cemento, con suelos de linóleo -y no barro-, tiene tres habitaciones con literas para los niños, la ropa pulcramente doblada en cajones, agua corriente y -un lujo inimaginable para la mayoría de los vecinos- un aseo interior. "En la desgracia, es verdad que estos niños son afortunados", dice Mama Lucy. "Ojalá pudiéramos empezar a ayudar a las decenas de miles más que están ahí fuera, que necesitan el amor y la atención que nosotros podemos ofrecer".
Lucy es una abuela de corta estatura, regordeta, cuya piel, como su energía, es la de una mujer 30 años más joven. Siempre ocupada, incansablemente atenta a todo lo que la rodea (después invitó a mi taxista a su casa a comer), agresiva en su empeño de hacer el bien de manera eficaz, combina el empuje de un directivo de empresa -o un boxeador, o un atleta olímpico- con un corazón de oro. Los 15 niños que viven en el centro -con una educación impecable, se ponen todos en fila para dar la mano al invitado que acaba de llegar- la rodean sin parar, en busca de una palabra o un abrazo. Sabe los nombres de todos, les besa, les coge de la mano, les limpia la nariz y, con ojos de lince, regaña a cualquiera que se porta mal. Es la madre modelo por excelencia; la Madre África en carne y hueso.
África o, al menos, esta abarrotada esquina del continente, la ha necesitado. -Los padres de Denver murieron cuando él tenía 8 años y su hermana, 12, y ellos se quedaron al cuidado de unos tíos muy jóvenes que no trabajaban y eran unos borrachos-, recuerda Mama Lucy. "La niña vino a verme en 2005, cuando tenía 15 o 16, una edad en la que no hay duda de que corría peligro viviendo con los tíos". Denver no se enfrentaba a la perspectiva de sufrir abusos sexuales, pero sus tíos le utilizaban como esclavo y le golpeaban de forma habitual. "Se escapó y se convirtió en delincuente callejero juvenil a los 12 años. La policía le encontró y, por fortuna, acabó aquí...".
Mientras habla, se oye un grito de dolor de una niña que juega en el patio arbolado. Se levanta de un salto de la silla y sale corriendo, interrumpiéndose a mitad de frase. "Era Elizabeth. Ya está bien", explica momentos después. "¡Pero qué historia tiene! Su padre perdió su trabajo en una plantación de café y su madre vino a vernos hace dos años, incapaz de cuidar de Elizabeth y sus otros dos hijos. La madre era como un cadáver andante. Le dimos comida y un poco de dinero, y al cabo de unos días tenía mucho mejor aspecto, pero dos meses después murió. Entonces, el padre, que no tenía trabajo ni sabía qué hacer, vino y nos dijo: "Por favor, quédenselos". Descubrimos que Elizabeth, que entonces no tenía más que año y medio, era seropositiva".
Igualmente triste es la historia de Frances y Achieng, que son hermanos (Mama Lucy siempre intenta mantener juntos a los hermanos) y tienen 7 y 5 años. Una ONG llamada GOAL les encontró en la calle en 2006, abandonados como perros, y les llevó al centro de rescate. "Al final encontramos a la mujer que creíamos que era la madre, pero ella no los quiso. Quizá la habían violado", explica Mama Lucy. "Frances es bastante despierta, pero Achieng no puede hablar y, cuando intenta escribir, sólo repite la misma letra una y otra vez".
"En el horror de aquellas imágenes
y en la relación entre Mama Lucy y Denver
está contenida la gran paradoja de África.
La infinita bondad de tantas personas
junto a la erupción de ira asesina
que se apodera de otras"
¿Y qué ha sido de sus cuatro hijos? "Oh, están todos muy bien. Se han ido lejos". Los deberes que hacían en aquella casa de dos habitaciones han dado fruto (hoy Mama Lucy vive en una sólida casa de dos pisos y cuatro habitaciones, humilde para los criterios europeos pero considerada rica en Kibera, dice, mientras se disculpa con una sonrisa). Tres de sus hijos viven y trabajan en Estados Unidos y otro en los Países Bajos, con su segunda mujer, que es holandesa.
¿No ha pensado en irse a vivir con uno de ellos? "He ido a verlos y todos me han invitado a irme a vivir con ellos. Pero no puedo. No me canso nunca y siento que estoy en deuda con Kibera. Me dejaron venir aquí, me permitieron tener una vida con mis hijos, y creo -soy cristiana, ¿sabe?, católica- que todavía tengo mucho que devolver". Pese a toda su santidad, a veces caerá en la desesperación, supongo. "Sí", responde. "Esta violencia que sufrimos en enero fue terriblemente deprimente, la prueba del mal que hay en alguna gente. Mis vecinos kikuyu, a los que intenté esconder en mi casa, cuyos hogares acabaron incendiados y saqueados... Fue terrible y, con cosas así, dan ganas de salir corriendo, pero entonces veo la sonrisa de uno de estos niños que han sufrido tanto y veo todo lo que me necesitan, y sé que, por ahora, debo quedarme".
Denver entra en el cuarto como una fantasmagórica presencia adolescente, tímido y con ojos tristes. Estudia sus dibujos en la pared y luego se vuelve a mirar a Mama Lucy, lo más parecido al amor materno que ha conocido en su vida. En esas dos visiones, en el horror de aquellas imágenes y en la relación entre Mama Lucy y Denver, está contenida la gran paradoja de África. La infinita bondad de tantas personas junto a la erupción de ira asesina que se apodera de muchos otros, no sólo en Kibera, sino en Ruanda, Suráfrica, Congo, Nigeria, Zimbabue, Sudán; el valor ante la terrible adversidad junto a la enfermedad que se extiende; la vasta belleza natural del continente, junto a su maldad natural. Y todo ello significa algo muy doloroso: que, aunque Mama Lucy se quede en África, vigilando las barricadas, hasta el día en que se muera, se siente agradecida y aliviada de que los hijos de sus entrañas hayan podido escapar.
Buena Vista Social Club (1997).
Premio a la mala educación.
Mediocre atleta español con muy mal perder. Observen y escuchen:
Mujeres en la India.
El 'vertedero' de las viudas
13.000 indias repudiadas por no tener marido mendigan en Vrindaban para vivir.
ANA GABRIELA ROJAS - Vrindaban - 22/08/2008.
Bashuna se considera afortunada. Está en una casa de la ONG Guild of Service. Otras viven en las lodosas y caóticas calles de Vrindaban, o comparten habitaciones que el Gobierno o fundaciones les alquilan. Los ashram (mitad asilo, mitad convento) acogen gratis a algunas.
Las viudas son de mal augurio en India. A veces se dice que son la causa de la muerte del marido. Según el Código de Manu, una de las escrituras sagradas más antiguas, una mujer no será nunca independiente. "Una viuda debe sufrir mucho antes de morir, debe ser pura en cuerpo, pensamiento y alma", dice el texto. El Skanda Purana va más allá: "Un hombre sabio debe evitar a las viudas, aún sus bendiciones, como si fuera el veneno de una serpiente". En Vrindaban comparten su soledad y se alejan un poco de este desprecio. El hare krishna rezado por cientos de gargantas conmueve hasta los huesos. Cantan durante cuatro horas a cambio de tres rupias (cinco céntimos de euro). Y, si tienen suerte, se llevarán un puñado de arroz.
"Algunas vienen por religión, pero otras no tienen elección. Las más pobres carecen de educación, y las familias las traen aquí para quitárselas de encima", cuenta Pria Saki, una valenciana hare krishna que lleva dos años como voluntaria. El Gobierno les da una pensión de 1.800 rupias al año (unos 30 euros), pero, además de ser muy poco, no llega a todas. Sólo el 25% la recibe. "La burocracia es muy complicada para ellas, en su mayoría analfabetas. Otras no saben ni que existe", dice Usha Rai, responsable del estudio de UNIFEM. Sólo les queda mendigar.
Pero también mujeres educadas vienen a parar aquí. "Mi hijo es terrible. No trabajaba; sólo me pedía dinero y se lo gastaba en alcohol y cigarros. Su esposa se fue llevándose a su hijo, y yo me cansé de mantenerle", dice Prim Kishori, una ex empleada de banca de 61 años. Como en su caso, los hijos muchas veces se quedan con todo al morir el padre. Aunque la ley reconoce el derecho de las viudas a heredar, en la práctica muy pocas veces ocurre.
El número de jóvenes sorprende. Se debe a la costumbre de casar niñas con hombres mayores. Por ejemplo, Pratima Sharma fue obligada a hacerlo a los 17 años con un hombre rico treinta años mayor. Quedó viuda a los 24 años y con un hijo de 6. Un segundo matrimonio es casi imposible.
En India hay 33 millones de viudas, según cifras oficiales. Aunque no todas estén en condiciones tan terribles como las de Vrindaban, todas sufren "al menos el estigma social. La mayoría no puede trabajar y son maltratadas por su familia", dice Mohini Giri, directora de Guild for Service.
Mientras, la sociedad de alguna forma se escuda argumentando que están en Vrindaban porque quieren dedicar sus últimos días a alabar a Dios. "Mi vida está vacía: no tengo ni para comer, pero estoy llena, porque tengo a Krishna", dice Sarosati Banarjee con una sonrisa de resignación. Al terminar sus sentidos cantos en el ashram, desaparece entre las retorcidas callejuelas de la ciudad de las viudas.
20 agosto, 2008
Expo Zaragoza 2008. Una interpretación interesante.
Glorioso
"En la Expo no hay demasiados guiris (aunque llegan algunos en los viajes relámpago desde la Costa Dorada) y los organizadores llevan meses confundiendo el número de visitas con el de visitantes para que al final se cumplan las previsiones. Pero cada vez está más claro que quienes han cortado este bacalao nunca pretendieron alcanzar la fama internacional, sino dejar boquiabierta a la parroquia electoral correspondiente, a los de casa. Y eso lo han logrado, por más que los exigentes esperásemos mucho más del 2008 o que los más alternativos y radicales estuvieran desde el principio en contra de este festival".
"Por las mañanas, las paradas de autobús en las líneas que llevan a la Expo están abarrotadas. Reina entre el gentío un ambiente playero, tipo Salou. Al personal casi todo le parece bien, trátese de puentes, pabellones, torres, parques y chirimbolos. Zaragoza está más guapa y moderna. Y en Ranillas no cabe ni un alma más. O sea, que la ausencia de extranjeros no es un fracaso sino un logro. Nos hubiesen estorbado una barbaridad".
17 agosto, 2008
"Alchemy. Dire Straits Live"
Sultans of Swing
Dichos populares.
16 agosto, 2008
Anuncios de TV.
Pero me siento más identificado con esta versión.
15 agosto, 2008
Las canciones del Sr. Pussy.
El segundo temazo se titula "Pepinoni..." y es una alegoría de la época estival y una defensa de la dieta mediterránea.
El tercer hit trata sobre el personaje clave de este particular universo. La galleta "Sámuel", que da nombre a la canción".
Para terminar "Viva la Popoch".
Guerras. Ahora Georgia.
Las tropas georgianas hacen fuego en Osetia del Sur cerca del asentamiento de Ergneti a 95 kilómetros de Tiflis.
Un hombre llora la muerte de un pariente fallecido en el bombardeo ruso a un inmueble de Gori.
Columnas de humo sobre la ciudad georgiana de Gori, a 80 kilómetros de la capital Tiflis.
Una mujer abandona Gori, en Osetia del Sur (Georgia), tras los bombardeos rusos.
Una mujer georgiana llora al ver los destrozos en su casa en Gori, Georgia.
Una refugiada espera en un autobús en el asentamiento de Dzhava, Osetia del Sur.
Una de las víctimas mortales del segundo bombardeo sobre Gori, Georgia, cuyas autoridades acusan a los aviones rusos.
RTL News
Un cámara holandés ha muerto en Gori, Georgia, durante un bombardeo de Rusia.
Stan Storimans, cámara de televisión holandés muerto en Gori, Georgia.
Un hombre camina junto a la tienda de un campo de refugiados, procedentes de Osetia del Sur, en la ciudad de Alagir (sur de Rusia). 13 de agosto, 2008. REUTERS/Vasily Fedosenko (RUSIA)
Una niña y una anciana dejan la ciudad de Gori.
Fotografías encontradas en la página de RTVE.
13 agosto, 2008
Bizcoché y Ojos de Huever.
"Me pica el ojete"
"Brockeback Mountain"
"Los pedos y el bocadillo"
12 agosto, 2008
"Pulse", de Pink Floyd (1994).
Interesante video sobre la SGAE.
05 agosto, 2008
Concierto Pikachuano.
04 agosto, 2008
Niños en una prisión afgana.
Los hijos de las reclusas de la prisión de Pul-e Charkhi viven junto a sus madres, condenadas por asesinato, tráfico de drogas, adulterio o abandono del hogar. Una serie fotográfica del fotógrafo de AP, David Guttenfelder.
Condenada por asesinatos. Shiringul cumple una condena de 20 años de prisión por pertenecer a una banda que robaba y mataba a taxistas. Fuma en el interior de su celda de la prisión de Pul-e Charkhi, junto a sus hijos Melina, de 7 años, y Hekmatullah, de 6. Cinco personas han sido ejecutadas por pertenecer a esta banda, entre ellos el marido de Shiringul y su hijo de 13, que fue ejecutado cuando cumplió los 18. (AP Photo/David Guttenfelder). AP - 2008-08-03.
Nacida en prisión. Habiba sostiene a su hija Nazanin, de tres años,y nacida en prisión. Nazanin aún no anda. Su madre ya ha cumplido 10 años de condena por un asesinato. El número de mujeres encarceladas en el país asiático asciende a 304. (AP Photo/David Guttenfelder). AP - 2008-08-03.
Colegio en prisión. Los hijos de las presas asisten a las lecciones matutinas del colegio del centro penitenciario. (AP Photo/David Guttenfelder). AP - 2008-08-03.
Frías galerías. Reclusas y sus hijos caminan en el interior de las frías galerías de la prisión de Pul-e Charki. (AP Photo/David Guttenfelder). AP - 2008-08-03.
Dificil lugar para criar a un hijo. Mansour tiene un año y medio. Sólo ha conocido el interior de la prisión de Pul-e Charkhi. Su madre cumple una pena de siete años por abandono de hogar. “Lloro todos los días porqué no puedo dejar a mi hijo salir de la habitación por su comportamioento. Es duro para mi ver a mi hijo comportarse así. Aprende cosas malas de otros niños. No lo puedo criar bien aquí”. (AP Photo/David Guttenfelder). AP - 2008-08-03.
Atado a una pata. Para evitar que su hijo Bezad, nacido hace año y medio en prisión, haga trastadas, su madre Washma, que cumple una condena de siete años por adulterio, lo ata a los pies de su litera. 2008-08-03.
Media vida en prisión. Zalmai, de ocho años, espera detrás de una cortina que hace las veces de puerta de la celda donde ha vivido durante los últimos cuatro años con su madre Parigul, presa por haber abandonado su hogar. AP - 2008-08-03.
03 agosto, 2008
¡¡¡Viva la Virgen de la Almatosa!!!
01 agosto, 2008
Estoy nostálgico.
Espinete, el erizo rosa
Marcó la infancia de los jóvenes de los 80, después sería Curro en la Expo'92 y hoy en día está detrás de muchos personajes que todo el mundo conoce. ¿Quién es Espinete?
PABLO LEÓN / CADENASER.COM 31-07-2008
Como al personaje rosa que la llevó a la fama, a Chelo Vivares le gustaba bailar. Sus padres, actores los dos, le contagiaron el arte y desde muy joven comenzó a actuar en musicales y pequeñas obras de teatro.
Donde había una oportunidad de actuar allí estaba Chelo. Radio, doblajes y obras de teatro que compaginaba con su trabajo en la entonces estatal, Telefónica. Casualmente compartía despacho con Pedro Almodovar y como al afamado director acabo cambiando los teléfonos por los escenarios.
En 1983 consiguió un trabajo en uno de los mejores programas teatrales de Televisión Española Estudio 1. Mientras grababa en el plató vinieron a medirla y vieron que la esencia de Chelo Vivares encajaba con un nuevo y particular personaje.
La vida de color rosa
Barrio Sésamo había tenido una primera temporada en España en 1979 pero la Gallina Caponata no convencía a los jóvenes. Desde TVE pidieron a Kermit Love, el creador de las marionetas del programa original estadounidense, un muñeco que representara mejor la idiosincrasia española.
En esa época el programa infantil estaba dando la vuelta al mundo y Kermit Love estaba saturado de trabajo. Poco antes de la petición desde Madrid, Love había diseñado un muñeco para la versión israelí, que finalmente no se realizó. El puercoespín rosa que representaba la fauna del estado judío acabó transformándose en Espinete.
Desde sus comienzos Chelo Vivares se metió en el cuerpo del gran animal, medía 1,80 metros, y ocultó su cara y sus gestos en los del entrañable animal rosa que vivía en una caseta verde. En el barrio conoció a Julián el tendero, Ana la hippy, a los pequeños Ruth y Roberto y a su inseparable amigo Don Pimpón pero en el vecindario había un personaje especial en la vida de Chelo Vivares, Chema el panadero. Desde 1979 era su marido.
Mudanza en Barrio Sésamo
En 1987 TVE considera que la programación infantil necesita un repaso y rescinde el contrato con el erizo rosa y sus amigos. Pero el personaje de Charo superó a las pantallas y comenzó una gira nacional en la que interpretaba de nuevo al erizo.
Durante una actuación en El Escorial, los organizadores de la Expo 92 de Sevilla la ficharon para otro papel histórico, la mascota Curro.
A Chelo no le importaba que la reconocieran por la calle, siempre ha preferido la fama del trabajo bien hecho. Después de ser la mascota oficial del evento mundial se dedicó a aparecer como secundaria en importantes series españolas como Farmacia de Guardia o más recientemente, entre el año 2000 y el 2006, en El Comisario.
Pero el teatro y el doblaje han sido sus principales ocupaciones. Desde las sombras de los micrófonos ha dado voz a multitud de personajes, entre los más famosos Myrtle la llorona en las películas de Harry Potter; Amy en la serie Futurama varios personajes de Los Simpson e incluso a Chloe Sullivan, una de las protagonistas de Smallville.
El sueño de volver a Barrio Sésamo
La vida de Chelo ha estado marcada por la actuación, por el teatro, por Barrio Sésamo y por su compañero Juan Ramón Sánchez, o Chema. Ambos actores han estado juntos en lo profesional y lo personal hasta el pasado mes de abril cuando Chema no pudo superar un cáncer de pulmón.
Chelo Viveros le rindió un homenaje desde el escenario con la obra de teatro "Por los ojos de Raquel Meller". El 12 de abril ante el público y frente a los ojos de Juan, el hijo de ambos, despidió a su compañero y amigo desde la sala Tribueñe.
Espinete marcó una época en una televisión con sólo dos canales, en una España llena de ilusión, modernismo y ansias de libertad. Una etapa dorada de la que Chelo siempre será parte porque gracias a ella muchos jóvenes de hoy en día aún sueñan con vivir en su particular Barrio Sésamo.