01 septiembre, 2008

Ha muerto Mahmoud Darwish, maravilloso poeta palestino.


"Es duro hablar de esperanza en esta época, es como si estuviéramos ignorando la historia y el presente, como si estuviéramos mirando al futuro separándolo de lo que está sucediendo en este momento. Pero para vivir, debemos inventar esperanza a la fuerza".



Hace tres semanas moría el poeta palestino Mahmud Darwish. En 1948, siendo niño, fue expulsado por el ejército israelí de su aldea natal, Al-Birwa, en la zona de la Palestina histórica que hoy es Israel.


En el poema 'Yo soy de allí' comparte con nosotros la nostalgia de la tierra perdida cantada desde el exilio. La mirada infantil, «cada día la infancia crece en mí».

Mahmoud Darwish evoca el paraíso perdido de la infancia así: «Tengo una ola que han raptado las gaviotas, un paisaje favorito, una hierba silvestre, /una luna en los confines de la palabra, la subsistencia de los pájaros y un olivar inmortal». Darwish nunca borrará los recuerdos de ese paraíso, lo más elemental, los sabores y los olores y la poesía de la niñez: «Añoro el pan de mi madre /el café de mi madre / las canciones de mi madre. / Día a día / la infancia crece en mí». Y ama como nadie la vida «¡Bendita sea la vida! / ¡Y benditos los vivos sobre la tierra!». «Y deseo vivir, porque si muero / sentiré vergüenza de las lágrimas de mi madre».

Mahmud Darwish es el poeta de la causa palestina («He aprendido todo el lenguaje y lo he deshecho para componer una única / palabra: Patria...»). Pero, sobre todas las cosas, es el poeta de la fraternidad humana: «La mejor arma para erradicar del alma el terrorismo es la solidaridad internacional, respetar los derechos de todos los pueblos de este globo, vivir en armonía y acortar las diferencias cada vez mayores entre el Norte y el Sur». Y poeta ciudadano del mundo: «olvido quién soy para ser todos en uno».

Descansa en paz, poeta.

Os dejo con una melodía compuesta por Marcel Khalife, y cuya letra es un poema de Darwish titulado "Un niño". El arreglo es de Paul Mounsey, a cuyo CD titulado "City of Walls" (2003) pertenece esta joya cantada en árabe.



Un niño

Un niño

escribe en una pared

y florece fuego entre sus dedos.

tened cuidado, cascos blancos, con un niño

entre cuyos dedos florece el fuego,

con un niño que escribe en una pared

y escribe unas cuantas piedras,

unos cuantos árboles

y unos cuantos poemas.

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