Las series de televisión se están convirtiendo en una forma de creación artística notable. Pensemos en series como Twin Peaks o The Soprano, obras maestras donde las haya. Y tantas otras que, sin llegar a ser tan grandes, nos enganchan irremediablemente. Buena culpa de la gloriosa etapa que las series de televisión están viviendo la tiene el canal de pago estadounidense HBO. Responsables de obras maestras como The Soprano, The Wire (de las que algún día hablaré largo y tendido), Rome (coproducida con la BBC)...etc. Las series de la Fox están bien como producto de entretenimiento (Lost, Prison Break, 24...etc), y calidad no les falta, pero adolecen de profundidad y audacia temática. Son más convencionales.
Big Love es uno más de los regalos a que nos está acostumbrando la HBO. Una serie sobre la poligamia.
Magníficos guiones, creación de personajes humanos, capaces de hacer que nos identifiquemos con ellos, que sintamos simpatía, comprensión y rechazo hacia una misma persona. Yo solo llevo vistos dos capítulos de la primera temporada. Solo con eso os la recomiendo. Una serie sobre la poligamia, que me parece un pretexto para hacer una serie sobre la familia, la religión (trata sobre una familia mormona formada por el marido, sus tres esposas y sus siete hijos), los sentimientos, la sociedad en general. Merece la pena. En este enlace tenéis la primera y la segunda temporada (en versión original y con subtítulos en castellano).
Os dejo también con la presentación de la serie, que destila cierto aire ñoño, pero que solo lo aparenta. La serie es tremenda.
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