19 diciembre, 2007

La melancolía. ¿Por qué me duele tanto lo que ya no importa?




CALLE MELANCOLÍA

Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntes adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable
,el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y no va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse,
soy esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía

5 comentarios:

nievitas dijo...

Espero que llegues pronto al barrio de la alegría, espero que tus tranvias te podamos ayudar

Wilwarin dijo...

Si duele es que aún importa...
Pero aquí pasa como cuando eramos pequeños y no se tu pero yo me pegaba cada leche de aúpa, me deja las rodillas llenas de escorchones y mi madre me decía aquello de "hay que limpiar la herida" y "lo que escuece cura". Tras un tiempo se hacía una postilla y al final sólo quedaba una pequeña marca...
Date tiempo y como dice Nieves aquí nos tienes. Tú también has sido mi tranvía alguna vez, que menos que devolverte el billete ;P

Anónimo dijo...

si no encuentras el barrio de la alegria, vente al mío (total, está lleno de mujeres de vida alegre), y oye, a falta de alegría aun me quedan un montón de mandalas en casa!!

Anónimo dijo...

¿Mandalas? ¿Son frases dedicadas a esas personas que ya no importan?

"Pa mandalas a la porra"
"Pa mandalas a freír churros"
"Mandalas a hacer puñetas"

;p

Jaime Aguirán dijo...

jajaja. Gracias. Ya estoy bien. De puta madre. Y despues de lo de Nochevieja y Año Nuevo y el día 2, aún mejor. Albergamos tanta humanidad...