21 septiembre, 2008

Josh Howard, jugador de la NBA, dice lo que piensa.




"Yo no respeto esa mierda: soy negro"


Esto es lo que ha dicho Josh Howard cuando le han hecho referencia al himno estadounidense. Lo he leído en el blog de Ramón Trecet en Marca, que, por cierto, critica al jugador de un modo poco acertado. Si Howard piensa eso por algo será. Quizá cobre 10 millones de dolares al año, pero eso no le ha hecho olvidar que ese Estado, tan querido para Trecet, condena a muchos negros de los barrios de las grandes ciudades norteamericanas a una esperanza de vida parecida a la del África subsahariana. Podemos hablar de Historia para intentar saber porqué Howard piensa de esta manera, Ramón, y entonces tu crítica a Howard se volvería en tu contra. Te estas revelando como un opinador poco riguroso. No se puede saber de todo como el que más. Ramón, criticas a Howard porque su mentalidad ejemplifica el tipo de pensamiento que se ha constituido en un obstáculo para que los negros prosperen. Howard es perfectamente consciente de que si no jugara bien al basket no sería nada para la gente que dirige ese pais y que, por lo visto, piensan como tú. Deberías saber, y creo que lo sabes, Ramón, porque tonto no eres, que el hecho de ser negro y presidente de la primera potencia mundial no va a convertir a los Estados Unidos de Norteamérica en un paraíso para los desheredados. Y pensar que alguien debe callarse o lamer el trasero de un Estado y un modelo social que condena al ostracismo a la población negra, hispana, etc, porque le paguen 10 millones de dólares al año por jugar a baloncesto, define tu pensamiento Ramón Trecet. A lo mejor a ti sí te comprarían. Solo saco conclusiones de lo que escribes, Ramón, que al final solo son opiniones. Lo que pasa es que como a tí te leen muchos más que a mí, tu opinión puede influir en mucha gente que no está muy informada y no tiene una opinón formada. Howard pude ser bruto, o poco sutil, pero no es excesivo en su planteamiento. No ser un patriota no es un delito, Ramón Trecet. Es una libre elección de pensamiento. Te mando un recuerdo de México 1968. (Al final esto ha quedado como una carta abierta a Ramón Trecet, que tan buena música nos ha dado a conocer. Nadie es perfecto. Ni siquiera tú, Ramón, aunque pienses que lo eres).

No hay comentarios: