31 julio, 2007

Bruce Springsteen

Otro de esos músicos que no van de nada, y se dedican a hacer buenas canciones, hechas con la materia prima del alma. Nada de destrozar habitaciones de hoteles, ni enseñar el culo por la ventanilla de un Mercedes, o perder la calma por la cocaína. Solo buenas canciones, con un mensaje que refleja las dificultades de la vida, pero que nos permite ver la esperanza. De primero, "Dancing in the dark", de su disco "Born in the USA"



Bruce Springsteen - Dancing In The Dark
Uploaded by hakim93200



Y de segundo, una versión más tranquila en las formas, pero desesperada en el fondo, de nuestro amigo Bruce, siempre comprometido con los oprimidos, con los que sufren. La canción se titula "The ghost of Tom Joad", tomando el nombre del protagonista de la novela de John Steinbeck "Las uvas de la ira", que cuenta la historia de una familia que debe abandonar su hogar en busca de una nueva vida desde Ocklahoma rumbo a California, durante la Gran Depresión. Springsteen coloca al fantasma de Tom Joad al lado de los espaldas mojadas que cruzan el desierto desde Méjico para llegar a los Estados Unidos en busca de una vida mejor.





Bruce Springsteen - The Ghost Of Tom Joad (promo)
Uploaded by GMRedskins


THE GHOST OF TOM JOAD - (EL FANTASMA DE TOM JOAD)
Hombres caminando por las vías del tren
Van hacia algún sitio, sin vuelta atrás
Los helicópteros de la policía estatal aparecen sobre la sierra
Comida caliente en una fogata bajo el puente
La cola de desamparados ante el refugio da la vuelta a la esquina
Bienvenidos al nuevo orden mundial
Familias en el suroeste durmiendo en sus coches
Sin hogar, sin trabajo, sin paz, sin descanso
La autopista rebosa de vida esta noche
Pero nadie se engaña sobre el lugar al que se dirige
estoy sentado aquí a la luz de la fogata
Buscando el fantasma de Tom Joad
El predicador saca un misal de su saco de dormir
Enciende una colilla y le da una calada
esperando el momento en que el último sea el primero y el primero sea el último
En una caja de cartón bajo el paso inferior
Tienes un billete de ida a la tierra prometida
Un agujero en la tripa y una pistola en la mano.
Durmiendo sobre una almohada de roca dura
Bañándote en el acueducto de la ciudad.
La autopista rebosa de vida esta noche.
Pero todo el mundo sabe el lugar al que se dirige
estoy sentado aquí a la luz de la fogata
esperando el fantasma de Tom Joad
Bueno, Tom dijo "Mamá, donde quiera que haya un poli pegando a un hombre
Dondequiera que llore un niño recién nacido y hambriento
Donde se luche contra la sangre y el odio que hay en el aire
Búscame mamá, estaré allí
Donde quiera que haya alguien luchando por tener un sitio donde establecerse
O por un trabajo digno o una mano que le ayude
Donde quiera que alguien esté luchando por ser libre.
Mírales a sus ojos mamá, me verás a mí."
Bueno, la autopista rebosa de vida esta noche
Pero nadie se engaña sobre el lugar al que se dirige,
estoy sentado aquí a la luz de la fogata
Con el fantasma del viejo Tom Joad.



El postre, "No surrender".




Bruce Springsteen - "No Surrender"
Uploaded by Abrazo




Well, we bursted out of class
Had to get away from those fools
We learned more from a 3-minute record, baby
Than we ever learned in school
Tonight I hear the neighborhood drummer sound
I can feel my heart begin to pound
You say you're tired and you just want to close your eyes
And follow your dreams down

Chorus:
Well, we made a promise we swore we'd always remember
No retreat, baby, no surrender
Like soldiers in the winter's night
With a vow to defend
No retreat, baby, no surrender

Well, now young faces grow sad and old
And hearts of fire grow cold
We swore blood brothers against the wind
Now I'm ready to grow young again
And hear your sister's voice calling us home
Across the open yards
Well maybe we'll cut someplace of own
With these drums and these guitars

'Cause we made a promise we swore we'd always remember
No retreat, baby, no surrender
Blood brothers in the stormy night
With a vow to defend
No retreat, baby, no surrender

Now on the street tonight the lights grow dim
The walls of my room are closing in
There's a war outside still raging
You say it ain't ours anymore to win
I want to sleep beneath
Peaceful skies in my lover's bed
With a wide open country in my eyes
And these romantic dreams in my head

Once we made a promise we swore we'd always remember
No retreat, baby, no surrender
Blood brothers in a stormy night
With a vow to defend
No retreat, baby, no surrender

13 julio, 2007

Brothers in arms.

Mark Knophler (o como demonios se escriba) siempre me ha parecido un músico extraordinario. Además es de ese tipo de persona que tiene talento, pero no se lo cree, ni va de divo. Es humilde, y eso es un valor que hoy se estila poco. Suavidad, sencillez, calidad y humanidad. Se nota que me gustan los Dire Straits. Son grandes. Es una lástima que el buen rock no tenga continuadores que estén a la altura. Es un grupo que no tiene nada que ver con el de nuestro querido Mark, pero el otro día escuché lo último de Linkin Park. Sin comentarios. Y los que podrían haber continuado y abierto sendas nuevas llenas de grandes frutos, o mueren en accidentes - como el caso de Jeff Buckley- o terminan suicidandose, o enganchados a las drogas. Que disfruteis del "Brothers in arms" de Dire Straits. Es como una balada escocesa, con el toque de la guitarra de Mark Knophler. Es oro molido.



Dire Straits - Brothers In Arms Original
Uploaded by chaddi

09 julio, 2007

Academia de Inglés.

Los que me conocen saben de mi dificultad para con los idiomas. Es que uno suficiente tiene con hablar bien la lengua castellana, como para meterse con otras. Vamos, que no doy pa mas. Si hubiera tenido profesores con la sapiencia pedagógica de don Eusebio otro gayo hubiera cantado. Ya me lo dice mi amiga Ciercita, que pronuncio muy bien, lo que no sé es lo que pronuncio.



Gomaespuma - Video - Cursos Ingles 2
Uploaded by kain_cnr

02 julio, 2007

De aquellos años verdes.

Una noche, hace poco tiempo, escuché una canción que me emocionó por lo sencillo de su melodía, lo tierno y a la vez amargo de su letra. Es una canción de Javier Bergia.



Quieras o no quieras recordar
algo de aquellos días de asueto,
cuando el tiempo era más ancho
y aún quedaba primavera,
cuando quise regalarte unos zapatos.
Aún oigo la luz de la farola
que alumbraba el patio de tu casa,
donde un día de noviembre
te conté que te quería,
ahora el P.S.O.E. tiena alli unas oficinas.
Que hay de aquel amor
que nos señaló
ya no queda ni la sombra.
Que será de tí,
donde fuiste a dar,
aún te queda alguna peca.
Creo que aún te gusta navegar
con tu barca de papel ALBAL
y aunque fuiste soñadora,
ahora te has hecho señora
de un pirata que te tiene prisionera.
Al colegio te iba yo a buscar,
con el corazón en un pañuelo
y de aquellos años verdes solo queda
un leve aroma de una carta
y un helado de vainilla.
Que hay de aquel amor
que nos señaló,
ya no queda ni la sombra.
Que será de tí,
donde fuiste a dar,
aún te queda alguna peca.

4 días que conmovieron a la sociedad.


Escribo esta entrada con el fin de recordar y reflexionar sobre lo que somos capaces de hacer, tanto en lo bueno como en lo malo, como especie humana. Ayer leí dos noticias. Una habla de la alerta antiterrorista en Gran Bretaña ante los ataques de Al Qaeda. La otra es la matanza de decenas de civiles perpetrada por la OTAN en Afganistán en el bombardeo de una aldea donde se refugiaron un grupo de talibanes. En nuestro país sabemos lo que es sufrir la violencia de los poderes opresivos, los gobiernos, las dictaduras, los terrorismos. Tanto el sistema político global que dicta a su antojo los destinos de nuestras vidas, como el terrorismo, que pretende hacerlo en base a las mismas lógicas, son dos manifestaciones de la misma dimensión: la política. La política es un concentrado de violencia que no puede dar respuestas a nuestra aspiraciones como seres humanos mas que a través de la violencia, la mentira y la dominación de unas minorías que tratan de dirigir el destino de las mayorías, que somos la gente normal, las personas que tratamos de vivir sin hacer daño a nadie. Por ello reproduzco el artículo de A. C. sobre lo acontecido alrededor del 11M, por su sentido y esperanzador enfoque. Lo reproduzco sin permiso, pero estoy seguro de que eso no es problema, dado que la lecura de este texto buscaba una apertura de diálogo con todas las personas. Espero que os guste, y que lo leais con tranquilidad. Os agradecería que me dejarais comentarios con vuestra opinión. Un abrazo.



El jueves 11 de marzo a horas muy tempranas de la mañana, las bombas repartidas en los vagones de varios trenes de cercanías explosionaban ocasionando 202 víctimas y 1800 heridos, muchos de ellos muy graves. El atentado terrorista iba dirigido a la sociedad civil y a provocar el mayor número de víctimas posible. El lugar elegido, la hora señalada, no ha dejado dudas sobre el salvaje y transparente objetivo perseguido: matar masivamente, aterrorizar y amordazar a la sociedad. El Pozo, Santa Eugenia y la confluencias con Atocha, son poblaciones populares, periféricas de Madrid donde confluyen otros muchos trenes de poblaciones colindantes, utilizados por trabajadores y estudiantes que todos los días se dirigen a los centros urbanos de Madrid. En estas poblaciones periféricas se concentran también numerosas comunidades de inmigrantes: rumanos, senegaleses, polacos, colombianos, ecuatorianos, peruanos, búlgaros... hasta 16 nacionalidades diferentes que han sido también golpeadas junto a las españolas en este día fatídico. La secuencia de las explosiones, escalonadas con fría precisión, ha rematado a muchos heridos y asesinados a decenas que se aprestaban a ayudar a los heridos. El retraso de uno de los trenes con una gran carga de explosivos preparada para explosionar en el interior de la propia estación ha evitado una masacre mayor. Esta vez no había ningún “símbolo”, ningún “objetivo estratégico” en el ojo de mira del terrorismo. Simple y llanamente la población civil, sus sectores más populares, los más indefensos, los objetivos más “fáciles”, lo más canalla.

Mientras el gobierno se aprestaba de inmediato a sacar rédito político de los atentados adjudicando su autoría a ETA –el gobierno de Aznar ha volcado toda su campaña electoral en la Unidad española y la lucha contra ETA- y preparaba la convocatoria a una manifestación bajo el slogan: “con las víctimas, con la constitución, por la derrota del terrorismo”, miles de madrileños, catalanes, vascos...cubrían en dos horas las exigencias de donaciones de sangre y cientos de voluntarios anónimos acudían a ayudar en los lugares del atentado. La impotencia hacía verter lágrimas a los voluntarios espontáneos, a bomberos y policías municipales mientras desarrollaban una frenética evacuación de los heridos. Los taxis se agolpaban para suplir a las ambulancias y la red de amigos y familiares se conectaba para saber de sus gentes queridas. El resto de la ciudad discurría silenciosa. Un silencio de dolor, de necesidad de pensar, de no precipitarse contrastaba con las huecas palabras de los políticos y mandamases que aseguraban “ejercer todo el peso de la ley para detener a los criminales” y pretendían tranquilizar a la población, apuntalando el Estado democrático, reforzando y ampliando a las fuerzas de seguridad y de orden. Nunca fueron tan vacías e hipócritas estas palabras porque la realidad saltaba a la vista: El estado, sus fuerzas de orden, su aparato judicial y policial no habían sido capaces de prever, evitar, frenar esta masacre.

Mientras los ecos del poder, todos los informativos y periódicos insistían en la autoría de ETA, y calificaban de miserables cualquier otra hipótesis esgrimida, a la población poco le importaba en ese momento quienes de los terroristas habían sido, se estaba ocupando en llamar a todos los amigos, a los conocidos, se llenaban de flores y de velas encendidas los lugares del atentado, se improvisaban poesías, notas, cartas...tanta era la necesidad de expresar, de comunicar la solidaridad. La mayoría de estas anónimas cartas pegadas a la pared, en los muros de las estaciones, en los ramos de las flores rezaban: no estáis solos, todos somos las víctimas, todos estamos juntos. Un sentimiento contenido cerraba las gargantas, no se hablaba, casi no se respiraba, era sofocante estar solos. Es sabido que en las tragedias a menor o mayor escala, es aconsejable sacar el dolor, comunicar, abrir el corazón. Y se abrió.
Nunca ha sido tan poco importante quien convoca y bajo que consignas, como en las manifestaciones del viernes 12. Once millones y medio de personas salieron a las calles, en todas las ciudades, en todos los pueblos. Era una necesidad vital y también la oportunidad de mostrar una solidaridad sin paliativos y de estar juntos. Así lo sentíamos todos, así escuchamos que se decía. Ante la tragedia, por lo menos juntos. Significativamente lo menos destacado era el sentimiento de miedo y de parálisis. Se tiene menos miedo cuando somos muchos.

Las sociedades españolas se volcaron de tal manera que dejaron en entredicho y cuestionaron profundamente, el antagonismo de las nacionalidades alimentado por los juegos políticos: la diferencia está en ellos, en sus objetivos estatales, políticos y económicos y en el jugo partidista que sacan de ellos. En las sociedades españolas las pintadas y gritos de “todos somos madrileños” aunadas por vascos, catalanes, andaluces, aragoneses, gallegos...mostraba seguramente otra manera de convivir y de sentirse parte. La sensación de estar siendo manipulados, de ser objeto de cálculo político, las mentiras esgrimidas por el gobierno, se acumularon en denuncias y exigencias en las densas horas transcurridas desde los atentados, expresándose en la mayoría de los lugares con una oposición a las guerras y el terrorismo, por la paz, por el sentimiento de cercanía con las víctimas de otros lugares como Iraq. De manera espontánea, imprevista, se extrajeron conclusiones, y se recordaron manifestaciones como las realizadas poco tiempo antes contra la guerra. La denuncia al gobierno, justo a dos días de las elecciones, se hizo por canales diferentes a la política y de hecho, los resultados electorales tuvieron más que ver con una sociedad movilizada, que también vota, -dando un revés sin precedentes a un gobierno, que hasta ayer gobernaba con mayoría absoluta y que hoy, ha perdido las elecciones- que con el tan proclamado ejercicio democrático de las elecciones. Esto era patente hasta en la “jornada de reflexión electoral” que la sociedad hizo a su manera. Ante la manipulación, la mentira y la amenaza –el candidato por el PP, Mariano Rajoy, salió a increpar a los manifestantes del sábado, que en las principales ciudades acudieron a las sedes del PP a reclamar la verdad- se revolvió. El proceder del gobierno y el silencio de los restantes candidatos, tuvieron el efecto contrario. No funcionan las amenazas en la sociedad de este país. Otra vez más, los móviles se activaron para convocar de uno a uno a las manifestaciones espontáneas y la jornada de reflexión cayó por si misma.

Inmediatamente después de la contienda electoral, todos los políticos y sus medios, casi extrañados, hablaban del impecable comportamiento de la sociedad civil, reflejando, en su perplejidad, lo alejados que están de la misma y lo incapaces que son de conocer e interpretar a los que pretenden gobernar. Y también, lo equivocados que están si quieren interpretar los cuatro días que conmovieron a la sociedad, con parámetros políticos. Iguales parámetros han dejado a la izquierda extraparlamentaria, en este país y fundamentalmente en Madrid, en la hecatombe, incapaces también ellos, de ver más allá de los dictados y análisis políticos. Separados de un sentimiento humanitario que no comprenden y hasta rechazan, portavoces de las loas a la “resistencia” terrorista, reaccionaria y fascista, como la de Iraq; defensores a ultranza de regímenes dictatoriales, como Cuba,... toda esta gente, ha debido sentir la misma incomprensión, el mismo gusto amargo de la soledad. Muchos de estos grupos, impregnados de política, envenados de ambiciones de poderes, se han separado de la gente, han llamado a boicotear las manifestaciones –dejando sin voces diferentes a las gentes al menos en Madrid- o a votar, como solución mágica a sus problemas. El comportamiento de esta extrema izquierda, en el epicentro mismo de la tragedia, es significativo de la debacle, teórica, práctica y humana. No hay tragedia y sufrimiento humano, no hay respuesta e iniciativa social, que les haga cuestionarse sus obsoletos presupuestos. Valoraran más los resultados electorales –sin comprender las motivaciones más de fondo- que lo que la sociedad ya ha expresado como alteridad a un modo, un estilo, una concepción del vivir y convivir.

Lo cierto es que empíricamente –y es muy importante que se haga conscientemente para que continúe- todo lo ocurrido en estos cuatro días –tiempo electoral, fiesta de la democracia para los Estados- representa un varapalo a la política, a su juegos de intereses, a sus medios justificados en los fines, a la mentira, la manipulación, la frialdad, la hipocresía, y al Estado. Un Estado, cualquiera sea, que tiene el poder, como cualquier estado, de declarar la paz y la guerra, independientemente de lo que piensen sus poblaciones y cuyas consecuencias –y esto es un hecho cada vez más recurrente- las pagan indiscutiblemente las mismas poblaciones que se oponen y las poblaciones civiles a las que se arremete. La guerra llama a la guerra y los engendros terroristas que se conciben –la resistencia iraquí, el terrorismo islámicos, ETA...- son hijos y parte de la misma lógica.

Este hecho ha llegado a las conciencias de la gentes por medio de una constatación trágica. El atentado terrorista a las torres gemelas se contestó con una guerra dirigida por EEUU. La guerra ha ocasionado el aumento del terrorismo. El atentado en Madrid, el más grande ataque a una capital europea desde la posguerra repercutirá en los sentimientos, temores y reacciones de las poblaciones mundiales. Todos los gobiernos de las metrópolis imperialistas se aprestan a responder a las amenazas terroristas, incrementando sus medias represivas, aumentando sus efectivos policiales y militares, endureciendo las leyes de extranjería . No podemos esperar otra cosa de los Estados y sus instituciones, cualesquiera que sea el signo de sus gobiernos. Como ha hecho el gobierno de Aznar utilizarán todos los medios a su alcance para distorsionar la realidad, justificar lo injustificable, defender el Estado y las instituciones ante cualquier reacción de autoorganización y autodeterminación. Es lo que mas temen y en consecuencia, lo que más tratan de evitar y obstaculizar. En las reacciones de las sociedades españolas ha empezado a vislumbrarse una cuestión fundamental: la importancia de la gente. Lo hemos escuchado con emoción en los testimonios, con los amigos, con los conocidos: tenemos algo que decir, que expresar, que ofrecer. No es cierto que no podamos hacer nada, no es cierto que la gente común, la gente de a pié, no tengamos recursos y capacidades de crear algo completamente distinto a los poderes que dominan. Todo esto no es indiferente de la insurgencia pacifista –como la caracterizó Dario Renzi en una editorial de Letras de Utopía- y de las esperanzas en una humanidad autoconsciente de sus posibilidades –como se expresó claramente en el manifiesto por la comuna de las mujeres y de los hombres-. Las movilizaciones contra la guerra y por la paz, han dejado huellas profundas en las gentes. Hoy más que nunca debemos “continuar” hablándonos, dialogando y construyendo valores y parámetros de convivencia, de comunión entre las gentes, individual y colectivamente.

Pero además, la solidaridad de las gentes en todo el mundo. Los ojos estaban en Madrid y Madrid miraba al mundo agradeciendo e identificándose con las muestras de afecto. A cuatro días de los hechos, todavía Madrid y el resto de las ciudades de este país, y del mundo estamos estremecidos. Todavía no se han vertido todas las lágrimas, todavía no se ha metabolizado plenamente esta tragedia y sin embargo, hoy más que nunca necesitamos comprender más en profundidad y reaccionar con el sentimiento y el pensamiento en una búsqueda certera de alteridad a toda lógica de guerra y de terror. Hoy más que nunca no podemos dejar nuestra vida y la de nuestros semejantes en manos de los Estados, de los grupos de supuesta “liberación”, en estamentos antagónicos a una libre autodeterminación y búsqueda de paz y armonía entre los pueblos, que no puede ser “delegada, “otorgada”, “cedida”, sino conquistada paso a paso individual y colectivamente.

Es posible que lo acontecido en estos días pueda germinar en un sentimiento, comprendido y generalizado, que se hace pensamiento y realización de lo que nos acomuna como seres humanos y así, apoyarnos en lo mejor de cada uno, infinita solidaridad, altruismo, generosidad, lucha contra la injusticia, rebeldía. En estos momentos hemos entrevisto todo esto. Precisamente en la tragedia, sólo los estamentos políticos hablaban de venganza, de resultados inmediatos, de repetición a escalas diferentes de varios tipos de horror. La sociedad civil, los supervivientes, los amigos y familiares han hablado con otro tono, con otra ética y moral.

Con ellos y ellas hemos estado las mujeres y hombres de Socialismo Libertario y de Utopía Socialista en el estado español. Son ellos nuestro punto de partida, y con ellos nos comprometemos.

A. C.

Adjunto al Boletín de Marzo de 2004 de Socialismo Libertario.
Este fue la editorial del número 10 de Utopía Socialista en italiano.